¿Sufre el arte de modas y modismos?
Las circunstancias histórico-sociales, la sociedad en la que surge, el factor psicológico, la personalidad del artista y su relación con la obra: neutra, expresionista, surrealista... es un estudio de la evolución de las sociedades, que puede tener un ritmo naturalista con una representación genérica de la realidad; naturalismo idealizado, realismo que reproduce la realidad, tal como es, expresionismo que exagere los rasgos característicos, la abstracción donde el color se impone, que reabsorbe rasgos y mezcla elementos de las antes mencionadas y se percibe como un estado sensorial e inconcreto, el anaformismo o la ilusión óptica.
Es el arte un arma con que luchar y defenderse, de aquello que nos sensibiliza, nos atemoriza, etc. Es también sin lugar a dudas denuncia y mensaje, es libertad.
Hace poco he leído un artículo en una revista y simplemente me ha dado dentera (aún cuando cada uno es muy dueño de expresar lo que le plazca) que algunos autores creyéndose “trasgresores” se cargen de un pincelazo y preconicen actos “revolucionarios” con obras o declaraciones como las siguientes: “ Es imposible huir de la violencia, somos consumidores de actos violentos y sentimos una mezcla de asco y placer cuando vemos un cadáver destripado, mi postura es cínica : me gusta jugar con las ideas, pero el arte es una representación de la realidad, no la propia realidad , no quiero cambiar el mundo sino hacerlo más divertido”, ( según él , ser divertido pasa por autorretrarse como jefe de una banda terrorista como la de Osama bin Laden). Un elemento recurrente en su obra, una parte de su juego con la idea de creación o destrucción, es la demolición de símbolos como el David de Miguel Angel o rasgar el Guernica, en una autocomplaciente crítica a la banalización del arte y su mercantilización contra lo políticamente correcto, argumenta plasmar un acto revolucionario, son sus palabras textuales: no sé si tiene morrofagia o egoidiotez, claro que es un cínico, y además todo esto lo perpetra gratuitamente , colgando sus obras en una galería de arte comercial, justo enfrente del museo Reina Sofía y sirviéndose de los símbolos y composiciones ya “consagradas” por artistas predecesores, es decir sus obras están a la venta. ¿Crítica... banalización... o...vacuidad?
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Viva la revolución del plagio y la desfachatez aunque con mucha calidad técnica, una filosofía perversa, sofista donde entremezcla por un lado que el Guernica: una obra de múltiples significados ha sido alterada hasta convertirla un estandarte del mundo occidental y cliché de género ( pero este autor se sirve de esos clichés) cuyo mensaje pacifista inicial ha sido pervertido hasta convertirlos en inofensivo.........¿?.
Admira a Hirst como creador y vaticina su asesinato metafórico al calculador millonario y showman artista británico, aduce ¿es una condena a su avidez de dinero o por el contrario, es no haber entendido su mensaje de cuanto mayor sea la provocación más posibilidades tiene de triunfar quien la propone?. Lo retrata como tiburón con un cristal donde hay una pintada: Death to Damien Hirts.
Sobre Banksy argumenta: es muy ágil, con un discurso efectivo y efectista mucho más profundo de lo que la gente piensa (no, nos habíamos percatado hasta ahora con nuestra mediana inteligencia...) aunque creo que debería abandonar ya, esa etiqueta de artista marginal y ganar demasiado dinero como para resultar creíble (....!!!!! ). Por tanto la credibilidad de un artista pasa por su cuenta corriente, según él.
Me he quedado muerta en formol... ya no recuerdo el nombre del eximio artista que hace esta exégesis de gurú sobre el arte pasado y futuro, dándole pedradas. Le recomendaría que fuera para empezar más coherente o que tuviera una incoherencia más creativa o es que quizá estamos ante un visionario, su arenga va y viene en un batiburrillo de
banalización + mercantilización = asco : placer x violencia = al arte de la apología sobre la violencia y todo por la pasta.
Hay otras performances en las que se exalta a supuestos creadores por atar un perro hasta que se muera de inanición, (podría atarse él); y es que así se protesta contra el hambre en el mundo.... o coloco una botella de agua que supuestamente es de la Antártida, ¿qué hace que esto sea una obra de arte? pues que esté colocada en un pedestal y su precio sea de 60.000 euros.
Francamente no tengo nada en contra de que los artistas ganen dinero y se enriquezcan con su talento y trabajo, nada; es más siempre he admirado la insurrección, la trasgresión, y que se salten las salas arte, críticos, puristas y que les den esquinazo en sus propias narices.
Pero declaraciones u obras como estas me parecen una burla nihilista y sangrienta, la que se hace de activistas por la paz, O.N.G.s, militantes, artistas o cualquier persona que rechaza y lucha en contra de la violencia o la repudia.
Deberíamos recapacitar sobre nuestra sociedad y que nos está pasando, si es cierto que somos capaces de alimentarnos mientras vemos en la televisión la guerra en Gaza, en Irak o en cualquier parte del globo; o mientras leemos en el periódico, tomándonos un café que se asesinen mujeres por violencia de género, las estadísticas e imagenes escalofiantes por hambre en el tercer mundo, en el primero, el calentamiento global, el exterminio y maltrato de animales, la pederastia, el terrorismo, etc. etc. etc. Que ya nos hallamos habituado a vivir sin que nos afecte, sin que nos conmueva.
¿El sueño de la razón produce monstruos?.
Aguafuerte de Francisco de Goya y Lucientes.
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