Picasso se sentó en una terraza, era verano, el calor invitaba disfrutar al aire libre y tomarse un aperitivo.
Muy cerca de él, una pareja con un niño le reconocieron, asombrados comenzaron a planear como podrían conseguir un codiciado autógrafo; decidieron que el niño se lo pidiera, ya que pensaron que Picasso sería incapaz de negárselo.
El niño llevaba tan sólo un pantalón sin camisa, el chiquillo obediente se acercó a Picasso; le pidió el autógrafo.
Picasso alzo los ojos miró a los padres y con una sonrisa triste e irónica cogió el bolígrafo y le “tatuó” su firma en la espalda.
Únicamente dijo mirando a sus padres:
Ahora véndelo.
Esto fue cuando Picasso se convirtió en firma.
Algunas de las conjeturas oficiosas que circulan sobre Dalí es que a su vejez, firmaba hojas en blanco, lienzos en blanco. ¿Son ciertas o no?
Yotras cuenta a media voz que en los submundillos de los marchantes de arte, éstos establecen contratos estanco, en los que el artista les es imposible vender su obra a nadie fuera de ellos.
Para otros uno de los terribles condicionante resulta la imposibilidad de cambiar de “estilo”, ya que ese estilo es el que le ha dado el prestigio y por consiguiente es una marca, si lo hacen deben modificar su firma.
Hay “firmas” que se ayudan de otros creadores menos reconocidos, para que les sirvan de “negro” ; es decir, que les hagan todo el trabajo para ellos limitarse a dar cuatro pinceladas y rubricar.
El coloso y la lechera de Burdeos de Goya levantaron un verdadero maremoto entre algunos especialistas que sugerían que debían de ser reubicadas cuando la fue puesta en duda la autoría de Goya el director del museo se niega mientras que las pruebas realzadas al cuadro descarte que es Goya su autor.
Desde el renacimiento y antes gran cantidad de maestros ante la avalancha de encargos, utilizaban ayudantes o discípulos.
Con posterioridad algunos de ellos han sido considerados maestros, otros u otras, porque desde el renacimiento es conocido que las mujeres trabajaban en estos talleres como ayudantes, algunas de ellas con obras propias como Sofonisba Anguinosola o Artemisia Gentilessi.
Camille Claudel acusaba a su amante y maestro Auguste Rodin de apropiarse de algunas de sus obras , haciéndolas pasar por suyas.
Pero a Camille fue ingresada en un manicomio por su propia familia que jamás aprobó con la excepción de su padre que desarrollara su talento, totalmente recuperada de sus crisis, durante años pidió su salida, pero ni Rodin ni otros de sus amores, ni su familia, la ayudaron para salir de allí.
Por tanto no hay ninguna seguridad de que alguna obra lleve la firma que le corresponde, eso si la lleva.
¿Hay obras de autoría taxativas ?
¿Qué es lo importante, la firma o la obra?
¿Se la valora en función de esto?
Ante tanto trapicheo y tanta especulación mercantil, ha sido y es convertido el arte, en un cheque en blanco o en negro, y todos quieren coger el tren de la cloaca; unos por simple beneficio, otros por inmortalidad por asociación.
Si bien es cierto algunos de esos adinerados que adquieren esas obras de arte para su disfrute privado concluyen porque además desgrava impuestos y les otorga una aureola de benefactor de la cultura, si esa colección en e una fundación o museo que lleve su nombre y de ahí esa inmortalidad por asociación.
Si me retrotaigo a la historia del mecenazgo, poquísimos mecenas han "protegido" o ayudado a que un artista desarrolle su talento con total libertad, por esa frase hecha de: Amor al arte.
Para “pasar” a la historia, llenarse el bolsillo, bien por un robo para venderlo o bien por un atentado contra esa obra, uno de los casos más conocidos por actos vandálicos y sucesivos robos en esa otra
otra inmortalidad por asociación para salir en primera plana y anales de emeroteca o televisión.
Es el caso de la obra más emblemática de Leonardo da Vinci, la Gioconda y por ello el museo decidió protegerla con un cristal blindado y además de jamás volviera a salir del Louvre.
En 1911 la robaron y desapareció durante dos años.
En 1956 la rociaron con ácido dañando su parte inferior.
En ese mismo año le tiraron una piedra, que daño la pintura en su codo izquierdo.
En 1974 en un museo de Tokio, donde fue prestada para su exposición, trataron sin conseguirlo de rociarla con un spray rojo.
El mismísimo Picasso estuvo involucrado en uno de los robos de la Gioconda, aunque sobre ese asunto hay un cortina de humo, que en verdad no esclarece porqué y hasta dónde alcanza la involucración del pintor de la Señoritas de Avignon.
Pero continuamos con Picasso, y a otra de sus conocidas frases:
Cuando era un niño pintaba como un adulto y he necesitado toda una vida para pintar como un niño.
Me atrevo a darle la vuelta a esa frase:
El ideal convertiría a los artistas pintando como niños por simple placer, por la simple necesidad de expresarse, para eso no hace falta una vida... o puede que sí.
¿La profesionalidad, salvo en contadas ocasiones, va en contra del talento y la libertad de la artista?.
Diría un rotundo sí, que así ha sido siempre, que en ocasiones la posteridad ha rescatado el talento oscuro, relegado y maldito de algunos considerados ahora como genios que nunca fueron protegidos por mecenazgos ni por el poder sea cual fuera éste.
Te preguntas constantemente si el talento es un don o es un castigo...
Y si es una pretensión ridícula por mi parte que el arte sea protegido en un mundo donde nada es respetado ni los más básicos derechos humanos, pero mi pretensión es utópica y la utopía es una razón más para vivir, para luchar por ella aunque la desarrolles desde el pensamiento y el sentimiento en tus acciones vitales.
Es lícito que un artista reciba una remuneración por eso que ha elegido para desarrollar como un trabajo, seguramente es lícito con todos sus inconvenientes.
Cuando el ser humano en la cavernas pintó por primera vez, porqué lo hizo...
Sólo se me ocurre decir que fue por necesidad, por impulso espiritual, sin ninguna razón y sin ningún beneficio, por la magia dentro de ellos mismos, dejaron sus manos sobre la piedra.
Algunos estudiosos, especulan la teoría, de que esas manos impresas en negativo y positivo eran una firma, como si ya entonces la posteridad les preocupase, por tanto su consciencia de la muerte y por tanto aún no existía una religión que le garantizara una inmortalidad para esa conciencia de espíritu que sin forma, quizá sí sentían dentro.
Siento que no, que no eran una firma, pero sólo es una intuición, quizá todas esas manos juntas en grupo simbolicen, unión, clan, el tacto de sus espíritus, pero quién sabe.
Algunos artista ( lo que llamarían aficionados) exponen su obra sin ánimo de lucro, internet es un magnífico escaparate para hacerlo, algunos con sus nombres o seudónimos.
¿Cuál es su pretensión? será la de siempre expresar y compartir con otros lo que sienten, imaginan o piensan.
Y como siempre algunos artistas anónimos en la calles y callejas continúan creando, su obra efímera se ve expuesta al borrón y cuenta nueva de los censores de la limpieza municipal o de otros grafiteros que superponen la suya.
Pintan riachuelos negros, lágrimas blancas, tapas de inodoro, alas a la sordidez.
Foto de un grafiti anónimo.
Un completísimo y más que ameno artículo de opinión (¡perdona el insulto!).
ResponderEliminar¡Y por supuesto que un SÍ con mayúsculas a la "infantilización" profesional de todos los artistas y un abrazo fraternal para todos aquellos artistas anónimos que con sus obras urbanas mantienen más vivo que nunca el vuelo de nuestra imaginación!
Un beso.
Interesante mirada la que has volcado sobre el acontecer de algunos atrapados en la "matrix del arte".
ResponderEliminarSigamos siendo Niñas!!!!
Un beso enorme.
Anamaría
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAnamaría ..certero el "matrix del antiarte"
ResponderEliminarY por supuesto a seguir intentando ser Niñas.
Un beso más enorme aún y muchas gracias.