Ars longa, vita brevis

domingo, 19 de febrero de 2012

El final de juicio





Para elegir un sucesor tras el fallecimiento de un Papa su camarlengo ha de efectuar el procedimiento ritual que comienza al situarse en la cabecera derecha de su lecho llamándole tres veces por su nombre y apellidos de pila con un intervalo de tres minutos en cada llamada.
Realizado este acto debe golpear con un martillo de plata otras tres veces suavemente en la cabeza.
Al no haber reacción alguna declara el óbito del sucesor de Pedro y quitándole su anillo en presencia de los cardenales lo destruye con otro martillo así como el sello oficial también de plata del Pontícife.
Cerrando las puertas que dan acceso a los aposentos del sucesor del pescador da finalidad a la autoridad del Papa extinto ante la presencia de los principales dignatarios de la curia eclesiástica y procede comunicar el deceso al decano del colegio de cardenales y al vicario general de Roma quien lo anuncia a la opinión pública.
Otra de sus responsabilidades son las exequias del difunto y la de ejercer como máxima autoridad de jefe del Estado de la ciudad del Vaticano exento de la competencia espiritual de la iglesia Católica.
Por último llama al cónclave para la elección de un nuevo sucesor.
Cónclave significa con llave y con llave son encerrados los cardenales hasta que elijan al nuevo Papa dentro una famosísima sala.
La capilla Sixtina fue decorada por un artista legendario por encargo de un Papa, Julio II sobrino a su vez de otro Papa Sixto IV el cual bajo su mandato y por orden suya se construyó la sala.
El divino es el sobrenombre de Miguel Ángel Buonarroti, dotado de un genio múltiple del que hacía la siguiente presentación primándola por consideración social: Arquitecto, escultor, pintor.
Aunque también fue músico y poeta.
Trabajó durante cuatro años en la bóveda de la capilla sustituyendo la base azul y con estrellas doradas existente, lo hizo sólo incluso a la luz de la velas sobre un andamio elevado llevando a cabo una intricada arquitectura simulada donde incluyó las figuras que protagonizaron el Génesis.
Mantuvo una relación de enfrentamiento con Julio II rechazando sus propuestas cuando no le parecían adecuadas ni justas prohibiendo incluso el que nadie pudiera verlas hasta que las pinturas en bóveda de cañón no estuvieran acabadas.
Julio II solía preguntarle: ¿Cuándo estarán finalizadas? A lo que él respondía: Cuando acabe.
Como estudioso de la anatomía humana y apasionado del natural poseía una retentiva fabulosa para plasmar figuras en las más enrevesadas posiciones. Con una fidelidad absoluta podía trabajar de memoria sin ningún modelo dándole primordial importancia al torso.
Cuando finalizó la decoración de la bóveda otro Papa ferviente admirador suyo le encargó la decoración de otra de las paredes de la capilla donde se celebra el cónclave.
El tema elegido para el gigantesco mural fue el del Juicio Final.
De sus manos salieron un total de trescientas catorce figuras presididas por Dios, la Virgen, los apóstoles, ángeles, santos, condenados y figuras fantásticas salidas de su imaginación.
Todas ellas estaban completamente desnudas para lo cual el Papa le dio consentimiento.
Y él las despojó del miserable teatro del vestido con una mezcla compositiva de paganismo y sacralidad.
Miguel Ángel era consciente de que el mundo estaba cargado de prejuicios y gazmoñería pero nunca pudo imaginar el juicio devastador al que iba a ser sometida su obra al año de su muerte en 1564.
Andrea Gilio publicó el Diálogo degli errore dei pittore atacando sin piedad o pietá a Miguel Ángel por el contenido “inmoral, indecente y puerco” por la falta de respeto ante la representación de Dios sin barba... como un hombre vulgar. A los santos dispuestos en posturas plebeyas y por colocar contradiciendo las escrituras la disposición de los ángeles del Apocalipsis unos junto a otros en vez de situarlos a los cuatro ángulos del mural.
Esta opinión fue refrendada por las autoridades de la época. Pero la intolerancia no acabo aquí y prosiguió bajo el mandato de otro Papa Paulo IV que encargó al artista Daniele da Volterra revestir con paños y telas todas aquellas figuras cuyo aspecto resultará impúdico.
El sobrenombre que la historia dio al da Volterra y con el que sí cumple juicios justos fue el de: “Il Braguetonne” qué patética amputadora ejecución y apodo el suyo para la posteridad!
El sucesor de Paulo IV, Pío V insistió en cubrir más impudicias ordenando una nueva revisión al “Braguetonne”.
El juicio y los prejuicios parecía interminable ya que Clemente VIII sucesor del Pío V ordena la aberrante destrucción de todo el mural siendo evitada por la Academia di San Luca.
Entre paños, telas y partes pudendas la curia , los Papas, ni se percataron del enjuiciamiento y la rearfirmación que el artista mediante mensajes visuales ocultos dejó en su rebeldía plástica a la censura y la hipocresía.
En el grupo de las almas bendecidas hay una pareja de hombres abrazados en un beso pasional, otros dos con los cabellos rubios se besan con afecto y al lado derecho de la piel que sostiene San Bartolomeo hay otra pareja de hombres fundidos en otro beso. Una de estas figuras es la de Tommaso dei Cavalieri del cual Miguel Ángel estaba perdidamente enamorado al cual dedicó innumerables poemas de amor.
Detrás de San Lorenzo hay una imagen de mujer que representa a Vittoria Colonna el amor platónico e intelectual de Miguel Ángel a la que él admiraba sobremanera; pero era eso, platonismo puesto la condición del artista era homosexual. Posicionándolos en ese lugar les hacía dignos de su cercanía a Cristo.
San Bartolomeo en realidad toma la apariencia de Pietro Aretino, un amigo de Miguel Ángel al que la iglesia censura por sus escritos y diseños considerados pornográficos. Con tal representación daba a entender que su cercanía a Cristo era más real que la de muchos santos de la iglesia.
En el grupo de de almas empujadas al infierno hay otra enfervorizada crítica a la iglesia del renacimiento con un figura que aparece boca abajo representado la simonía. Cuelga de su cuerpo un bolsa de oro junto con dos llaves ya que vendían los sacramentos y las posiciones jerárquicas dentro de la iglesia coronando un abierto revulsivo al poder del Vaticano en la tierra ya que estas llaves así lo representan.
Cuando la fumata blanca anuncia: Habemus Papam recordemos a Miguel Ángel el artista divino y violento, creyente y escéptico presidiendo la sala del cónclave...