Ars longa, vita brevis

domingo, 4 de marzo de 2012

El retrato de vanguardia




Si le hiciéramos la pregunta a la historia del arte sobre la liberación del género del retrato para justificar su existencia sin la perpetuación de la tradición monárquica o religiosa la contestación será que fue en el Renacimiento italiano cuando el hombre renacentista alejado de Dios y de la edad media enfrenta su libertad ante la naturaleza por medio de su razón y experiencia con un nueva visión de su valor personal.
Con esta libertad que no olvida la tradición que lo engendró encuentra en el mecenazgo de la burguesía, la nueva potencia económica, los nuevos clientes adinerados capacitados para  pagar lo mismo que el más noble de los aristócratas o el patrocinio de la iglesia.
Cualquier corriente pictórica a lo largo del tiempo a partir de ese momento ha tomado con el retrato una fuente inagotable de inspiración y de recursos monetarios para el artista.
La evolución del retrato moderno ha desarrollado en internet y en otras tecnologías de comunicación una representación gráfica que bien mediante fotografías, dibujos artísticos u otras técnicas tridimensionales recibe el nombre de Avatar siendo utilizado uno o varios avatares por los usuarios de internet.
Algunos sitios web permiten crear avatares mediante programas personalizando a distintos muñecos pudiendo elegir desde la expresión de la cara, el color del pelo, ojos, hasta complementos como sombreros, zapatos etc.
Al artista británico Julien Opie le consideran el representante contemporáneo del retrato moderno porque aúna aplicándolas a sus pinturas, esculturas e instalaciones, las últimas tecnologías como el ordenador, el vinilo con luz interior, pantallas de cristal líquido o paneles led.
Después de su preparación artística en la ciudad de Oxford entre 1972-1982 en distintas escuelas conoció finalmente en Golsminths College donde se graduó al polémico artista, al más cotizado actualmente, el creador de la calavera de diamantes y animales muertos en formol, Damien Hirts.
Opie desarrolló en los 90 un estilo minimalista de formas muy simples y colores planos inspiradas en logos y en los cómics de Tintin del belga Hergé.
Como en los juegos para fabricar un avatar, Opie con un posminimalismo establece representaciones figurativas en las que mediante pequeñas diferencias en las posiciones de la fisonomía, cambios de color en pelo y complementos reproducen retratos con los cuales identificarse.
Dentro de  este género, la escultura, Julien Opie utiliza diversos materiales como madera pintándolas de blanco otras con metal e utensilios cotidianos rompiendo los límites entre la pintura y la escultura estableciendo la misma  ruptura de los collage tal y como hicieron con el cubismo sintético Braque, Juan Gris o Picasso consiguiendo que la obra tenga pedazos de realidad en lugar de sustituirla.
Con las instalaciones de video o los paneles led consigue hallar una conexión en la que una obra bidimensional adquiera tridemensionalidad dado el movimiento insertado en dicha imagen.
Figuras iconográficas semejantes a los monigotes  por la similitud a los que en los semáforos nos indican que nos detengamos o podemos cruzar la calle. 
Los suyos caminan, se entrecruzan o balancean, retratos animados cuyos ojos parpadean, pendientes  sobre las orejas  balanceándose después del gesto del movimiento cuando permanecen quietos.

En el siguiente enlace podemos ver uno de los paneles de led instalado en la calle.







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El interés primordial de Opie reside en  la figura humana, el retrato, aunque ha realizado retratos de personajes famosos como el de Kate Moss ha confesado que su mayor inspiración son personas anónimas a los que le fascina observar en sus coreográfias espontáneas y callejeras.

El arte toma la calle, el anonimato como los grafitis del artista anónimo y callejero Banksy. 
Este vándalo profesional como él mismo se define provisto de una plantilla o estarcidos a la que aplica sobre la pared distintos aerosoles para grafitear con toda celeridad en y con una nocturnidad alevosa satírica ya que en más de una ocasión dado que los grafitis que ejecutaba le exigían más tiempo en la finalización, la policía estuvo a punto de pillarle con las manos en la pintura. El suyo es un arte urbano que también combina con mensajes escritos en contra de la política, etnias, moralidad y cultura pop como el mural que sobre el muro de Cisjordania que en los territorios ocupado realizó en agosto del 2005 con diversas técnicas.

El enigmático grafitero ha conseguido colar obras suyas en cuatro museos americanos entre ellos el Metropolitan sin que durante días las obras colgadas por él fueran advertidas por el personal del museo a pesar de su mensaje anti bélico y sobre el efecto que el terrorismo causa.

Contrario a la costumbre el misterio de su anonimato le ha dado fama internacional junto a la calidad de su trabajo crítico, sarcástico, irónico, punzante, cáustico, incisivo, picante, mordaz, burlón, sardónico e incluso tierno por qué no.
Banksy ha afirmado que su mayor referente es otro gratifero francés Blek le Rat. Su imaginario se puebla de la rata frecuentemente y ahora reflexionándolo quizá además de una metáfora recurrente sea un velado homenaje a le Rat...
Desde luego las autoridades inglesas no saben que hacer con Banksy por un lado quieren borrar sus grafitis pero debido a su fama internacional y cotización algo indisoluble en el mundo de la plástica los grafitis se quedan donde están no ocurriendo igual con otros a los que Banksy no firma con su anonimato.
La cotizacion de sus obras es un punto negro con el que sus detractores tachan criticando, descalificando la intencionalidad de este subversivo anticapitalista por llevar a cabo cobrando grafitis u otras obras para organizaciones benéficas como Greenpeace o empresas como Puma, MTV y por vender cuadros en circuitos comerciales o en la galería de su agente por 25.000 libras o en casa de subastas Sotheby´s. por 50.400 libras.


Goya ejecutaba obras negras, caprichos, los desastres de la guerra, grabados tan subversivamente demoledores como los de Banksy o más, Goya olvidado durante siglos ocupa el puesto que le corresponde.
Goya ha sido y es la vanguardia.
A la par realizaba obras para perpetuar la gloria y la vanidad de los aristócratas, la realeza o la burguesía por las que sí cobraba ya que fue el pintor de cámara de varios reyes españoles, tenía que esconder estas obras y por supuesto no las hacía por ningún afán monetario ahora Banksy pinta lo que denuncia y cobra por ello.
¿Algo ha cambiado no? Pues pinta sobre los pobres y los ricos pagan.

La web de Banksy