y nos pusimos a andar por la tierra cumplida de sombra.
Ahora ya es tarde. Las albas vendrán a ofrecernos sus húmedas flores.
Ciegos iremos. Callados iremos, mirando algo nuestro que escapa
hacia su patria remota.
(Nuestro espíritu debe de ser, que cabalga
sobre las olas.)
Comienzo esta nota con estos versos de José Hierro como maestro de ceremonias.
El salón donde recitarlos podría ser los jardines de Pereda en Santander.
Aunque Hierro nación en Madrid con solo dos años y debido a un traslado familiar encontró patria en esta tierra del norte y en ella vivió largos periodos de su vida.
Pero esta nota de un viaje breve pero intenso no trata solo del poeta Jose Hierro, sino de aquello que encontré en la costa de la ciudad de Santander.
Los jardines de Pereda fueron lo primero, situados en el mismo centro de la ciudad delante de la bahía, frente a las montañas y las playas del Puntal y Somo.
Se construyeron en terrenos ganados al mar. Inaugurados en 1905 ofrecen un pequeño pulmón verde con ejemplares de magnolias, acebos, palmeras, cedros, castaños de Indias, pinos, bojs, tejos, tilos, manzanos de flor.
Deben su nombre al escritor cántabro José María de Pereda.
En 2014 se inaugura la renovación de los jardines de Pereda para el proyecto del centro Botín.
Centro Botín |
En junio del 2017 el centro Botín es una realidad tangible llamado a convertirse en un icono cultural de referencia, ya que la colección del banquero Botín (además fue quien financió el edificio) y otras futuras muestras artísticas hallarán cabida en este museo diseñado por el arquitecto italiano Renzo Piano que lo hizo material sobre el escollo, mirando al sur y volando de la bahía. Tuvo en cuenta la luz de Santander, una luz extraordinaria, mágica y difusa.
Es octubre del 2017 y observo el edificio Botín, es un diseño moderno, transparente y ligero pero si quiere competir con el Guggenheim de Bilbao de Frank Gehry, en mi opinión no podrá hacerlo jamás ni en sueños.
El Guggenheim es una escultura transitable, un diseño arquitectónico tan innovador, vanguardista y futurista que no define solo su propia presencia sino al siglo XXI y a este segundo milenio.
El sol vino conmigo en el viaje e iluminó la bahía durante aquel día de octubre.
Entre por la puerta y saqué la entrada, además de las obras expuestas el Centro Botín ofrece unas espectaculares vistas.
Otro de los laterales del Centro Botín, al fondo pude verse la cafetería. |
Por ello dentro del museo instalaron esta cama redonda, que no sé si siempre o en alguna ocasión alquilan para pasar una noche.
Lo que no averigüe es si esa noche estás vigilado por guardias jurados, supongo que sí.
En fin esto de la cama de alquiler, me pareció un patochada cool.
Lo que no averigüe es si esa noche estás vigilado por guardias jurados, supongo que sí.
En fin esto de la cama de alquiler, me pareció un patochada cool.
Las obras coleccionadas por Botín a lo largo de los años son expuestas aquí.
Pinturas y esculturas algunas de ellas con las que interactuar.
Me encandila una exposición de grabados de Goya que ha venido en préstamo desde Madrid.
Salgo del Centro Botín y paseo por los largos jardines de Pereda, fotografío lo que me voy encontrando.
Interior de los jardines de Pereda |