Ars longa, vita brevis

lunes, 14 de noviembre de 2022

La Casa das Histórias


Este septiembre del dos mil veintidós me ha hecho cruzar el pacto de países con libre circulación pasando de uno a otro sin barreras. 

Sin embargo la frontera invisible alza la barrera con forma de peajes en Portugal proliferando cada dos por tres con su consiguiente pago.

Es mi tercer viaje a este país que he aprendido a conocer y admirar, pero me ha parecido abusiva esta forma de recaudación que han incrementado en mi opinión en demasía. En esta ocasión la carretera me llevó hasta la ciudad costera de Cascais a treinta kilómetros de su capital Lisboa.

Mi nota de hoy de ningún modo va a cantar las excelencias de Cascais precisamente porque son tantas que serían interminables, si no que en concreto me voy a centrar en un museo singular que alberga esta ciudad.

Me refiero a la Casa das Histórias, museo atípico por varias razones, su arquitectura en primer lugar, pero sobre todo por acoger la obra de la pintora portuguesa Paula Rego.

Alguien podría preguntar que hay de singular en esto, con la cantidad de museos que existen en tantos países del mundo. 

Mi respuesta sería que cuántos están dedicados a la obra de una artista mujer y que si pueden nombrarme alguno, (los habrá imagino) aunque es el primero que visito tanto en España como fuera de ella. 

La presencia de mujeres artista en los museos es escasa o nula todavía hoy en día, así mismo su conocimiento, valoración y potenciar la obra de arte en femenino.

Todo ésto podría resumirse con una palabra visibilidad.

La obra de Paula Rego está considerada de las más importantes de su país, otra singularidad más.

Tras donar a Cascais varias obras suyas se puso en marcha un proyecto por parte de la ciudad de ubicarlas en un museo, para ello se utilizaron los céntricos terrenos de un club de tenis que se encontraban en desuso.

Haciendo partícipe a la propia artista del proyecto será ella misma quien elija al arquitecto y quien contacte con él. 

El elegido fue Eduardo Souto de Moura que determinó la ubicación del museo en el club de tenis al que además acompañaba un bosque de eucaliptos, pinos y almendros que se integrarán en el proyecto ya que Souto perseguía acentuar una simbiosis entre naturaleza y edificación.

De volúmenes transgresores, geometría opaca, jerarquía de dos dimensiones, se eleva con una osadía rosada o salmonada según la incidencia del sol e iluminada en el centro de su edificación con un gran lucernario. 

Concebida para la exhibición permanente de la obra de Rego y algunas de su marido, las pirámides truncadas, me hicieron recordar el aspecto de las cabañas nórdicas, minimalistas, sólidas y elevadas a ello contribuye además la ubicación estratégica de los árboles y los espacios restantes por los que pasear sin obstáculos visualizando el conjunto.

Ya conocía la obra de Paula Rego aunque nunca había visto ninguna suya en vivo.

También ignoraba que Paula había muerto en este junio pasado en Londres.

Reino Unido fue el país donde siempre vivió tras irse allí a estudiar arte, también allí se casó con un compañero de la escuela de arte, el artista Víctor Willing además es la suegra del escultor hiperrealista Ron Mueck. Ron comenzó en el cine y la publicidad sería Paula quien lo animó a pasarse al mundo del arte cuando colaboró con él, al crear Mueck una pequeña escultura de Pinocho que tomó parte de una escena en la que Paula Rego estaba trabajando, a partir de este trabajo Mueck se dedica plenamente a la escultura en silicona.

 

Nada más entrar a la Casa das Histórias tras sacar la entrada un gran tapiz de la autora nos recibe a la izquierda, justo en enfrente hay un largo asiento para sentarse y contemplarlo. 











                                            Batalla de Alcácer-Quibir, 1966.


Hay turistas por la Casa, algunos españoles, uno comenta que la obra de Paula Rego es truculenta. Esta opinión y el tono de su voz da fiel reflejo que las historias de la casa le han defraudado, por supuesto cada uno puede defraudarse o entusiasmarse, pero me dio la impresión que este visitante no tenía ni idea de lo que venía a ver.

Cierto es que la obra de Rego es truculenta, feista y terrible pero valiente y necesaria también. 

Hay quien piensa que el arte solo debe rendirse a la belleza y sobre todo al tipo de belleza que cada uno y cada época tiene. 

Proveniente de una familia adinerada nació durante el régimen de Salazar, dictadura que la marcó y fue decisiva en su impactante obra posterior por la aparición de personajes perversos y tiránicos.

Las influencias artísticas de Paula Rego fueron variadas: 

Francisco de Goya, Beatrix Potter, Diego Velázquez, Francis Bacon, Balthus, James Ensor, Lucien Freud.

La literatura y la fábula también serán otras de sus grandes inspiraciones con personajes como Gulliver, Pinocho, Peter Pan, Jane Eyre o los protagonistas de los cuentos de los Hermanos Grimm.

La temática diversa, desde el aborto clandestino, la ablación, el tráfico sexual, los asesinatos por honor, las migraciones, la pobreza, las guerras.

Su serie sobre el aborto clandestino sacudió de tal forma la opinión pública que cambió el segundo referéndum en Portugal que se hizo sobre este tema consiguiendo legalizar el aborto.

Justicia y venganza quiero para las mujeres dijo alguna vez. 

Justicia sí, venganza sí, pero a través de la empatía que despierta o debería despertarnos a la compasión del sufrimiento de niñas, mujeres y seres aplastados.

Paula Rego nos lleva a la zona tenebrosa aquella que no deseamos, que nos es incómodo y brutal de ver demostrado una vez más que el arte trasmite y es un garante de los valores eternos.


                                                               Algunas obras