Ars longa, vita brevis

miércoles, 16 de marzo de 2011

Las manos de la ambición






La sangre sirve sólo para lavar las manos de la ambición.
Lord Byron.



La ambición como causa como origen en una doble redundancia en las visiones que el remordimiento mancha de sangre las manos; Lady Macbeth intenta en vano lavar sus manos y hay un río dentro de ellas, una geografía pluvial en un sistema circulatorio de venas azules.
Venas azules y sangre roja, un extraño efecto :¿Qué lo motiva?. ¿Es la estructura de las venas de color azul?
El motivo es la luz, un efecto óptico originado por la propia piel, ésta refleja más luz roja que azul, si sumergiéramos una gota de sangre en un tubo de ensayo cerrado en otro recipiente que contuviera leche, el efecto sería el mismo, nuestra percepción visual nos hace verlas azules aunque nos llegue más luz roja reflejada. Los guantes son necesarios para el trabajo del laboratorio y los guantes preservan nuestras manos del frío. Sutil, distinguida es una mano enguantada, largos hasta el codo deslizados lentamente hicieron sucumbir el erotismo de los años cuarenta en blanco y negro cuando Gilda cantaba: -Amado mío-. Glamour y sofisticación, pero las manos enguantadas no son únicamente un símbolo de clase alta, en lo que se refiere a las artes plásticas resguardan un cicatero interés por parte del retratado y artista. Los pintores solían tener un precio estipulado para plasmarlas ya que esta extremidad nuestra es harto dificultosa de dibujar y pintar, cada mano tenía un precio y si se quería abaratar el coste, la solución era tan sencilla como enfundar una u otra o las dos en un refinado par de guantes.
Hagamos un viaje en el tiempo, a un tiempo tan lejano que se pierde en la memoria de una roca y la impresión táctil en ella, las manos hicieron su primera aparición en las cuevas rupestres de dos formas: una en negativo ( una impresión indirecta ), como un halo que se obtenía expulsando el color por un tubo con la boca como una rudimentaria pistola de pintura posiblemente de hueso; la segunda en positivo
( impresión directa ) impregnando la mano de color.
Rituales mágicos y o en algunos casos se especula que estas impresiones son a modo de firmas de unos primigenios artistas. Sitas en la provincia de Extremadura, concretamente en las cuevas Maltravieso aparecen mutiladas siendo siempre la mano izquierda, los antropólogos han llegado a la conclusión de que pertenecía al mismo autor y que los dedos doblados e impresos es un antecedente de un lenguaje como el de los sordomudos ya que no han aparecido cadáveres mutilados de ese modo. Esta hipótesis revela además que diferenciaban intelectualmente ambas manos, la derecha para el trabajo y la izquierda para el espíritu, dando a la izquierda el color negro. Sobre su tamaño continúan las especulaciones: ¿Son femeninas y masculinas o son por el contrario de adultos y muchachos?.
Otras cuevas importantes en España serían las de Altamira ( Cantabria ) o Tito Bustillo ( Asturias ).
En un profundo cañadón del río Pinturas en la provincia de Santa Cruz (Argentina) se encuentra la cueva de las Manos, estas pinturas rupestres representa de nuevo las manos estarcidas, la traducción que se hace de ellas es la misma que en Europa.
En la escritura jeroglífica aparecen nuevamente como un ideograma y en oriente sus posturas como tipo mudra o bruda hacen referencia a pasajes de la vida de Buda y a sus actitudes mentales; estados contemplativos y místicos para alcanzar un fin último: la iluminación. La cultura mesoamericana y sus manos simbólicas denota esta influencia oriental. El periodo helénico, los estados internos de los seres humanos se vuelcan en un expresivo empleo de las manos, un lenguaje no verbal llevado al teatro. Y ya en el cristianismo la más antigua representación es una mano surgiendo de una nube.
¿Cuál es el por qué de esta elección de una mano como jeroglífico de Dios?.
La razón es que la palabra hebrea iad significa al unísono mano y poder.
El Pantocrator extiende dos dedos ( el índice y el medio) en actitud de bendecir.
El señor feudal sale bajo palio en un recorrido que transcurre de la iglesia a su castillo o viceversa, este palio le resguardaba de la lluvia;
( más tarde fue adaptado para las propias imágenes del culto e incluso algún dictador contemporáneo se paseó bajo su techo ) los campesinos del feudal le saludaban a su paso con un gesto, juntando las manos extendidas y también más tarde este saludo rendido al vasallaje se incorporó al acto de la liturgia, un acto de rezo que implora.




Un colosal bloque de mármol desafiaba al renacimiento escultórico, además de su tamaño ingente este bloque tenía una grieta y ésta era la causa del desafío y del miedo por el que los escultores del cinquencento obviaran la acometida de la roca. El perfil mellado de un escultor ya divino lo observaba, él solía decir que dentro de los bloques ya estaban las figuras y tan sólo era cuestión de quitarle lo que sobraba. Se dispuso entonces a meter las manos en la masa y llevo a cabo el encargo de una estatua colosal del rey David por encargo de la opera del Duomo de la catedral de Santa María dei Fiori.
Encontró el bloque muy dañado por los escarceos frustrados de artistas anteriores, esculpió el celebérrimo Davide con un ligero contraposto, momentos antes de matar a otro gigante Goliath y digo gigante porque el David mide algo más de cuatro metros. El héroe desnudo sin circuncidar a pesar de ser judío ( ésto obedece a razones estéticas y quizá la elección del desnudo se deba también a la tradición griega de que cuanto más bello era un cuerpo humano más se parecía a Dios ) sujeta con una de sus manos la honda, mientras la otra reposa al lado de su pierna con la piedra, tanto las manos como la cabeza no responde a un canon proporcional ya que su tamaño es superior al del resto del cuerpo.
Este manierismo genial hace que nuestra vista se concentre el la acción que va a suceder, su rostro crispado con las aletas nasales abiertas, el gesto de odio que precede a la muerte del enemigo filisteo.
Esta terribilitá del Buronarroti ( carácter y temperamento ) fluía por sus manos a los gestos de sus esculturas y fluía por sus manos al punto o contrapunto de un carácter violento y apasionado que mellaron su perfil ( ocurrido el incidente en una pelea iracunda ). Cuenta la leyenda que cuando finalizó su Moisés le dio un golpe en su rodilla diciéndole: Habla...
Un día lluvioso de febrero sus manos con un gesto invisible se despidieron para siempre de una Roma a la que había servido para hacerla más grande, era un viejo solitario que renqueaba sobre el empedrado y que murió en una modestísima casa del Macello dei Corvi. Condujeron el cuerpo hasta la cercana iglesia de Santi Apostoli y después furtivamente a Florencia. La llegada del cadáver a su ciudad natal desencadenó la emoción de los florentinos, una muchedumbre de hombres que portaban antorchas para alumbrar la noche y llorando honraron espontáneamente saltándose el protocolo su cuerpo y desde aquella noche todo lo que quedó del artista, su cuerpo, memoria y obras está en las manos del poder como estuvo su desdichada vida.

Nuestras manos ejecutan lo que nuestro cerebro piensa y desea, trabajan, expresan y quizá su mayor logro, su mejor evolución táctil el mejor recorrido digital sea el de la caricia.