Ars longa, vita brevis

viernes, 26 de marzo de 2021

popular ART today



 
                   

                                                          Escultura pop de Claes Oldeburg   

          

En la mayoría de los casos la popularidad indefectiblemente se muestra asociada a algo admirado y amado por el simple hecho de que así lo imponga la multitud. 

Etimológicamente popular proviene de la palabra latina “populus” que significa “gente”. Por ende el uso de esta palabra y su abreviatura “pop” estaba y está predestinada a la globalización o lo que es lo mismo a la cultura de masas o cultura pop.


Para ser alguien mucha gente debe hablar de ti, incluso aunque hablen mal.


Quién alguna vez no habrá leído o escuchado este axioma. Sin embargo pone de relieve que lo popular entre en franca contradicción con lo amado u admirado o quizá ocurra que lo popular y lo impopular se muevan en una frontera de límites imprecisos y de valores relativos.


Es a Andy Warhol a quien se le atribuye esa frase que resulta un perfecto slogan pop de que: “Todo el mundo busca sus quince minutos de fama.”

Per se la fama será el pináculo que cualquiera debe tratar de alcanzar socialmente en cualquier ámbito en el que se mueva, lo otro es fracaso, la extinción, la nada.


Así resulta que subliminal o explícitamente tratan de imbuirnos constantemente este modus operandi  y vivendi como mensaje a las masas.

Pero vuelvo a Andy Warhol porque sin lugar a dudas es el artista de facto al que el público considerara como el padre del pop art siendo masivamente el más popular y famoso. 


Aunque el movimiento pop art surgió en Gran Bretaña entre un grupo de artistas y críticos de los que sobresale Richard Hamilton en la mitad de los años cincuenta.  

Atribuirle a Warhol la paternidad del pop demuestra que la fama en ocasiones simplemente es una injusta veleidad.

Qué ocurría en el mundo de la popularidad en mil novecientos cincuenta y tantos cuando este arte reciente trajo de nuevo el realismo dejando atrás otro movimiento, el Informalismo o lo que es lo mismo, un arte que representa la abstracción total ausente de formas figurativas o geométricas.


Pues acontecía que Simon De Beauvoir ganaba el Goncourt por su novela: “Los mandarines”

En Argentina se implantaba la ley del divorcio. 

Entre otros fallecían: Henry Matisse, Alexander Fleming, Albert Einstein, Concha Espina, James Dean, José Ortega Gasset.

Se estrenaba en USA: Moganbo y en España: La muerte de un ciclista.

La URS liberaba prisioneros de guerra.

Se casaba la actriz Grace Kelly con el príncipe de Mónaco.

Las maquinas lavadoras comenzaban a ser algo habitual en los hogares.

Rocky Marciano se retiraba imbatido.

Los ingleses abandonaban Egipto.

Naufragaba el trasatlántico Andrea Doria a doce millas de Nueva York.

Surgía un alzamiento popular en Hungria.

Se celebraban los juegos olímpicos en Melbourne.

Fidel Castro estaba en Sierra Maestra.

El ocho de julio de 1957 agobiaba a España una oleada de calor sahariano, en el norte de la península se registraban temperaturas de 45º a la sombra.

Se ponía a la venta el primer seiscientos que fue un utilitario con futuro.

Sucedían graves incidentes raciales en el estado de Arkansas.

Se extendía la gripe asiática que afectó el sur del continente europeo.

El spútnik, un satélite artificial ruso se ponía por primera vez en la órbita de la tierra.

La perra Laika era enviada al espacio.

El escritor francés Albert Camus ganaba el premio nobel de literatura.

Los Estados Unidos creaban la NASA.

Bahamontes ganaba el tour de Francia.



Mientras tanto el pop art, nacido en los cincuenta, continuó aglutinando nombres de artistas que se sumaron a esta corriente artística con propuestas compositivas que irán variando en el futuro.


Cómo define Richard Hamilton el pop art: 

"Popular, efímero, fungible, de bajo coste, masivo, ingenioso, sexy, efectista, glamuroso y un gran negocio." 

 

¿De qué manera los artistas pop art pretendían llegar al público de forma masiva ya de por si influenciados por estándares globales?

Pues aprovechando éstos de una forma entre sencilla e inmediata con colores provocativos y simples que reafirmen el bombardeo publicitario haciendo olvidar al elitismo que hasta ahora parecían controlar las Bellas Artes.  

Por tanto ya no habrá un obra única sino tantas copias como el mercado exija y cualquier persona puede disponer de ellas favoreciendo así su negocio y consumismo.

Hasta aquel momento el arte buscaba la originalidad y la obra de arte única, por el contrario en el pop art no ocurrirá así, al menos no al principio y no por todos. 

Lo que si trataba de cachear en sus composiciones sería la comprensión inmediata por parte de todo el mundo mostrando una estética popular mediante iconos reconocibles como actores de cine o símbolos hasta entonces infames para el arte como perritos calientes o botellas de Coca-Cola, ropa o muebles en serie, textos publicitarios o estética de cómic por ello trataban de huir de reivindicaciones heroicas o injustas facturándolos de una manera mecánica y fría semejante a una cadena de montaje.

El entorno que el arte pop necesitaba subrayar era el urbano en la sociedad capitalista absolutamente fuera de la naturaleza.

¿Fue algo revolucionario?  Sin duda e inspirador incluso en ese momento y cuando con el correr del tiempo alcanzaron y plasmaron un pensamiento crítico hacia la sociedad de consumo masiva, sobre todo si hablamos de la sociedad americana.

Un momento… lo que no fue comprendido por casi la totalidad del público sería ese peso ambiguo con una tremenda fuerza irónica.

Pero en palabras de Roy Lichtenstein este fue su auténtico postulado:

“Nosotros pensamos que la generación anterior intentaba alcanzar su subconsciente, mientras que los artistas pop intentamos distanciarnos de nuestra obra. Yo deseo que mi obra tenga un aire programado e impersonal, pero no creo ser impersonal mientras la realizo.”


Bien, pero quién antes que Hamilton y su grupo inglés sería el precursor del pop art. 

Un alguien que deseó fama y dinero (¿Por encima del arte…?) que consiguió el éxito, popularidad y se convirtió en millonario y en ocasiones muy impopular durante el resto de su vida.

¿Hubiera conseguido esa fama y por tanto esa cuenta corriente sin límite si no hubiera estado loco o hecho ese papel en una performance permanente mientras vivió que demostraría una inalterable campaña de publicidad digna de un dadá como él?

Difícil dilucidarlo o quizá no.

Lo que sí es constatable es que Salvador Dalí anticipó el pop-art con su logo del Chupa Chups pero sobre todo con el Retrato de Mae West que puede utilizarse como apartamento surrealista y que fue realizada entre 1934 y 1935.                                 



Más tarde la boca de esa obra serviría para que Dalí a petición de un mecenas artista creara un sillón de los labios del cuadro que se convirtió en un mueble famoso.

                            

                             


Será en los años setenta cuando colaborando con el arquitecto Óskar Tusquets reproduce a tamaño real y en tres dimensiones este apartamento con la cara de Mae West en el Teatro Museo-Dalí de Figueras.

El estrafalario e histriónico genio desde el surrealismo dio vida al pop art. 



El calendario va deshojando los sesenta y setenta, para entonces irán apareciendo en España una cantera de artistas que destacaron en este nuevo giro del arte.

Con nombres entre otros como Juan Genovés o Eduardo Arroyo, Darío Villalba o Juana Francés,  Eduardo Úrculo o el Equipo Crónica, etc.

Ciñámonos al Equipo Crónica que fue formado por Rafael Solbes, Manolo Valdés y Juan Antonio Toledo aunque éste último abandonaría muy pronto el grupo.

En sus principios estuvieron muy influenciados por el pop art americano y tomaron iconos emblemáticos como el ratón Mickey Mouse pero más tarde hicieron algo muy inteligente, incorporaron imágenes muy populares de la sociedad española como los cigarrillos Ideales o el periódico Marca.

El ministro de Información y Turismo; Manuel Fraga Iribarne encabezó mediante el slogan “Spain is diferent”  una colosal campaña internacional que mediante la utilización adulterada de las obras clave de la pintura española exportara una imagen de modernidad y apertura del régimen del dictador Francisco Franco.

Tratando avalar su oferta al exterior trató y dio permiso de forma velada para entablar negociaciones con el MOMA de Nueva York con el fin de traer a España una de sus obras más emblemáticas y consagradas que se encontraba en este museo en depósito por el deseo expreso de su creador hasta que en España se instaurara la democracia.

Ya habréis adivinado que la obra en cuestión es: 

El Guernica y el autor Pablo Picasso.

 

Sin embargo pese al secretísimo de las negociaciones éstas transcendieron. La reacción del Equipo Crónica no se hizo esperar presentando la serie Guernica 69 compuesta por obras como La visita, El intruso, El embalaje, Después de la batalla. 



No solo tomarían la obra de Picasso sino otras de las pinturas universales españolas con un trasfondo irónico y de denuncia.

Los integrantes del Equipo Crónica se habían conocido en Valencia en la universidad de Bellas Artes en el 1965, allí además descubrieron a artistas que formaban la Estampa Popular de Valencia y que más tarde fundarían Crónica de la Realidad hasta que se dividieron en Equipo Crónica y Equipo Realidad. 

Los integrantes del Equipo Realidad fueron Joan Cardells y Jorge Ballester, ambos ya fallecidos. 

El Equipo Realidad con una enorme carga satírica y una filosofía marxista denunciaban el consumismo, la opresión política, el papel de la mujer en la sociedad de la Transición española.

Sus palabras definen la intencionalidad de sus pinturas: 

“No nos interesa la realidad sino su imagen”

La primera de sus obras sería: 

“ El entierro del estudiante Orgaz”

A la que seguirían otras como: Hogar dulce Hogar, Del antiguo y Ropajes, Retrato del retrato de un retrato, Cuadros de Historia y otras hasta que en 1976 Joan Cardells abandona el grupo.





            

Más adelante en 1988 aparecerá otro equipo, el Equipo Límite, que fue influenciado por el Equipo Crónica aunque se distanciaran de éstos por un uso distinto de los iconos. Antes reseñar que este equipo lo integran: Esperanza Casa Guillén, (Cuqui) y Carmen Roig Castillo, (Cari). 

Ambas estudiaron y se licenciaron también en Valencia en la Facultad de Bellas Artes de San Carlos. 

Recurrirán a motivos psicodélicos, al kitsch, al pastiche, los cuentos y cromos infantiles, a Dumbo u otros personajes  e incluso a la antigüedad clásica para formar composiciones coloristas que sorprenden por su desenfado postmoderno y su carga feminista.



El pop en España y fuera de sus fronteras parece continuar como un movimiento en pleno vigor aunque otras corrientes hayan venido dispuestas a desbancarlo fagocitándolo.

Sin embargo su misma popularidad parece protegerlo, reactivarlo, tal resulta que lo popular, lo pop, nunca pasa de moda.